Beber para olvidar

Querida Luna:

Creo que hay poca gente en el mundo que al menos una vez en su vida no haya intentado olvidar sus penas ahogándolas en el alcohol. Ayer me ha tocado a mi, en un momento de debilidad una botella de vodka ha sido mi único acompañamiento mientras me recreaba en mis problemas, esos que tanto me rondan últimamente.

Sin embargo, en vez de olvidar, lo único que he hecho es agravar los hechos con palabras inútiles y totalmente prescindibles salidas de un estado poco deseable provocado por la cantidad de alcohol en sangre que llevaba.

Quizá lo haya jodido todo, y ahora ya sé que a veces intentando olvidar acabas recordando. Cosas de la vida, supongo.

Parece que a Juan Rivas en "Cuando Todo Va Mal" le ha pasado lo mismo que a mi.

Un afectuoso saludo,

Fryant

Intransigencia.

Querida Luna:

Siento haber tardado tanto en escribirte, pero he estado enfermo últimamente. Una gastroenteritis vírica me ha dejado fuera de juego. Afortunadamente, ya estoy bien.

Estos últimos días, aprovechando el tiempo libre que he tenido, he estado enzarzado en polémicas políticas que no vienen a cuento aquí, algunas de ellas en mi fotolog, y otras en el de otras personas. Y he podido constatar una cosa: la intransigencia y la falta de respeto son una constante en la sociedad española en lo que a ideologías se refiere.

No hay debate, no hay crítica constructiva ni intercambio de ideas en un ambiente de respecto y educación. Sin embargo, lo que sí hay son insultos, descalificaciones, destructivismo, amenazas e indirectas de dudoso gusto.

Quizá esto no sea un verdadero reflejo de lo que hay en la calle; pero las noticias y las actuaciones de las altas esferas de la política española, con dimes y diretes sin sentido, me hacen pensar que no es así, que realmete la crispación y la intolerancia ideológica están a la orden del día.

Una verdadera pena, la verdad. Espero que algún día, llegue el verdadero respeto, y no llegue lo que decía Rage Against The Machine en su "Killing In The Name".

Un afectuoso saludo,

Fryant

Enfermo

Querida Luna:

Hoy estoy enfermo, así que no te escribiré mucho. Y es que estar enfermo es una de las peores sensaciones que hay; un dolor de barriga fuerte, fiebre y dolor de cabeza.

Un afectuoso saludo,

Fryant

Charla.

Querida Luna:

A veces una charla en serio vale más que mil SMS cruzados, sean vía móvil o vía amigo le dice a amiga y amiga le contesta. Y tras miles de intentos en vano, hoy he sido agraciado con una de esas charlas inolvidables de principio a, y sobre todo, el fin; tan maravilloso como desconcertante. Uno de esos momentos en tu vida en los que te enfrentas a lo desconocido, y cuando lo has superado, sigue siéndolo.

Y es que resulta muy comun pensar unas cosas y que luego sean otras, montar tus propias paranoias en base a cosas que no tienen sentido y después de todo el esfuerzo mental que realizas, cabrearte por el resultado; y luego sentirte culpable por haberlo hecho cuando descubres que no es todo como crees, y acabas tan aliviado como desconcertado, y por supuesto, sintiéndote como un verdadero imbécil.

Pero bueno, al menos ha servido para establecer unas conclusiones y unos razonamientos de base. Algo es algo.

Por cierto, escucha "Cadillac Solitario", de Loquillo y Los Trogloditas.

Un afectuoso saludo,

Fryant

Veneno

Querida Luna:

Otra vez mi vida da uno de esos cambios que me hace entrar en una nueva vorágine de acontecimientos, acciones y reacciones que hace un mes serían incapaces de predecirse de ninguna de ninguna de las maneras, al no ser que seas Aramís Fuster, Rappel o alguno de sus aprendices.

Vuelvo a la situación de hace dos semanas, pero toándome las cosas con más calma, más lento. Sin prisa, pero sin pausa, que se dice. Sin embargo, rehacer mi vida dentro de ese orden establecido debería ser relativamente sencillo. Ya veremos si es así o no, de momento, prefiero pensar que así será.

Ya te contaré, que esto tiene toda la pinta de ir para largo, porque una vez mas vuelvo al veneno que tanto me ha amargado. A ver si esta vez no me mata.

Y hablando de venenos, escucha "Poison", de Alice Cooper. Ese es el mío.

Un afectuoso saludo,

Fryant

¿Ignorar?

Querida Luna:

Últimamente tengo la sensación de que por mucho que yo haga nada va a cambiar, por mucho que lo intente todo va a seguir su curso. La vida sigue, la vida es cambio. Al menos eso se dice. Pero cuando todo sigue igual, ¿a qué te acoges? No hay nada que pueda servirte.

He decidido algo. Quizá lo más conveniente sea ignorar al resto y luchar por salir adelante. Pasar de todo y de todos aquellos que no quieren estar a mi lado, perdón, que no demuestran estar a mi lado; y tirar para adelante como una mula con el campo de visión reducido a mi mismo.

Es hora de se un poco egoísta, y pensar en mi y no en los demás.

Hay una canción que describe esto perfectamente, "Baba O'Riley", de The Who.

Un afectuoso saludo,

Fryant

Fuerza

Querida Luna:

Acabo de sentir algo que no sentía desde hace mucho tiempo. Algo, que quizá sea una chorrada, pero da que pensar. Acabo de sentir la fuerza de una canción, el impulso que te da una melodía potente, la confianza que te aporta una voz sugerente, la posibilidad de poderte identificar con la letra que canta la cantante.

Y es que a veces, la música es lo único que te abstrae de tus pensamientos, de tus inquietudes y soledades. Hace sentir emociones que normalmente no sentirías, sustituyéndolas por las tuyas propias. Es uno de esos pequeños placeres de la vida que hacen disfrutar los pocos momentos que dispones para tí mismo, momentos que prefiero disfrutar con un buen disco, un buen libro y un buen cigarro.

Soy todo un melómano, no lo puedo evitar, Luna mía. Desde los pequeños matices de sonido de un buen riff de guitarra, hasta el ritmo martilleante de un bombo de batería, la disfruto a más no poder. Esperemos que pueda escucharla durante el resto de mi vida.

Por cierto, la canción que antes te mencionaba era "No Need to Argue", de The Cranberries.

Un afectuoso saludo,

Fryant

Cambios

Querida Luna:

Es impresionante como pueden cambiar las cosas en un mes, en una semana, de un día para otro. Un día eres la persona más féliz del mundo, y al día siguiente, todo desaparece, como por arte de magia, como por arte de la imbecilidad del ser humano. Son cosas que pasan, cosas que por más que quisieras que no sucedieran, suceden.

La navaja de Occam, lo llaman. La explicación más simple es la acertada. Mil paranoias pueden pasarte por la cabeza, pero siempre sabes que es tu culpa el que todo acabe así. Y acabas resignándote, esperando que todo vueva a ser como era, que las aguas vuelvan a su cauce y que todo haya sido un sueño. Pero no. Y piensas en aquello de "No se sabe lo que se tiene hasta que se pierde". Qué sabio es el refranero español, ¿verdad, Luna?

Voltaire dijo: "No estoy de acuerdo con lo que dices pero moriría por tu derecho a decirlo". He intentado aplicar esa máxima hasta el final, y llegó el final de la máxima. Intenté que funcionara en campos imposibles, en situaciones inverosímiles, en las nimiedades de las relaciones humanas.

Y yo, he sido el imbécil. Yo no supe lo que tuve hasta que lo perdí. Yo he muerto defendiendo mi libertad.

Escucha "Dreamin' of You" de The Coral, y sabrás de lo que te hablo.

Un afectuoso saludo,

Fryant